Drop Down Menu
 | Introducción |  |
|
|  | Inicio - Introducción |  |
|
|  | Los Gigantes en el mundo |  |
|
|  | Los Gigantes en Europa |  |
|
|  | Significado y simbolismo |  |
|
|  | Bibliografía |  |
|
|  | Los Gigantes en Galicia |  |
|
|  | Introducción |  |
|
|  | Diferentes Denominaciones |  |
|
|  | Origen |  |
|
|  | Decadencia y Resurgir |  |
|
|  | Distribución |  |
|
|  | Tipología y Técnicas |  |
|
|  | La Música |  |
|
|  | Vínculos |  |
|
|  | Mapa interactivo |  |
|
|  | Base de Datos |  |
|
|  | Otras webs |  |
|
|
|

Gigantes en
Allariz a principios del siglo XX. |
Significado
y simbolismo
Parece
claro que los primeros gigantes procesionales europeos, los Goliat y
San Cristóbal del Corpus, carecían de significado más allá de su
condición de personajes de la mitología cristiana. Representaban lo
que eran: individuos gigantescos. Sin embargo, con el paso del
tiempo los gigantes se multiplicaron, aparecieron figuras femeninas
y se incorporaron a otras festividades tanto religiosas como
profanas, y es en éstos momentos cuando comienza a atribuírseles un
simbolismo religioso que justifique su presencia en los festejos.
En general la
tradición suele adjudicarles un carácter positivo y ecuménico; los
gigantones representan a los diferentes pueblos de la tierra (las
cuatro partes del mundo) que reconocen el poder de Cristo y le
prestan homenaje. Serían por tanto un símbolo de la universal
adoración a la Eucaristía.
Otros, sin embargo,
los interpretan con un sentido negativo basándose en la patrística
que identifica a los gigantes con el demonio en la exégesis de los
episodios bíblicos en los que los gigantes Og y Goliat son vencidos
por Moisés y David. En este caso, los gigantes simbolizan el Mal
sometido por Cristo como afirma el Padre Sarmiento hacia 1750:
"Así
digo que los gigantones representan todo el infierno vencido y que
por esto salen como en triunfo en la procesión del corpus y después,
sin venir al caso, sacan en otras fiestas".
Sarmiento apunta en su interpretación la relación con los
Triunfos de la antigüedad en los que el ejército y el emperador
victorioso desfilaban en Roma llevando delante a los vencidos
encadenados, y así iban generalmente los gigantes en las procesiones
del Corpus, abriendo la marcha vencidos por el Sacramento. Sean
las fuerzas del mal o representación de la humanidad entera, ambas
interpretaciones coinciden en que su presencia es símbolo de
sometimiento al Dios de los cristianos como dice Juan de Zabaleta
a mediados del siglo XVII, anotando además el rasgo litúrgico de la
imposición de ceniza en las frentes de los gigantes:
“¡Ah, si ellos supieran reparar en ellos, vieran la ceniza que
les ponen en la frente de los gigantes! Los gigantones van en la
procesión danzando en señal de que todo se rinde al verdadero
Dios”.
***
Por lo
que respecta a su significado en otros contextos (Fiestas patronales
y ciudadanas, Entradas Reales etc.), puede adaptarse el simbolismo
del Corpus como sucede en Santiago de Compostela donde una tradición
documentada desde el siglo XVII interpreta a los Gigantes de la
Catedral que salen el 24 y el 25 de julio como representación de los
peregrinos de distintas naciones que acuden a postrarse ante el
Apóstol, siendo las figuras personificación de las razas y
continentes. No obstante, su significación puede adaptarse cuando
los gigantones intervienen en otros contextos. Por ejemplo, consta
que en los festejos compostelanos del 29 de septiembre de 1713 para celebrar la
canonización de San Pío V Papa, salieron "los gigantes de la
catedral que expresaban los enemigos de la Fe de quienes triunfó Pio
V".
En la mayor parte de los casos, sin embargo, el simbolismo
religioso desaparece y queda solo la intención lúdica y festiva con
ocasionales alusiones a los personajes de la historia –real o
mítica- de la ciudad, de manera que los gigantes devienen en
representación simbólica de la propia comunidad ciudadana que los
exhibe.
La laicización de los gigantes lleva aparejada una diversificación
de su morfología y de su personalidad, transformándose en héroes
legendarios, fundadores o benefactores de la villa, que contribuyen
a la afirmación del particularismo de la localidad. El gigante
festivo no es un simple accesorio procesional sino que se convierte
en actor de la historia local cuya función no es tanto enseñar como
divertir al pueblo con sus bailes y su mímica. Cierto que, en
ocasiones, las figuras pueden ponerse al servicio de programas que
exaltan a los magistrados de la villa, a la Monarquía o a la
Religión pero esto no es lo más frecuente y, en el caso de la
Iglesia, salvo excepciones, desde finales del siglo XVII las
autoridades procuraron su desaparición.
Otras interpretaciones
(Stanley Brandes) hacen hincapié en el aspecto lúdico de las figuras, un juego
didáctico dedicado especialmente a los niños que reproduce
simbólicamente las relaciones sociales (los gigantes son los padres,
la autoridad y el mundo adulto mientras que los cabezudos se
identifican con la infancia), interpretación adoptada para Galicia
por Xaquín Rodríguez Campos: "En realidad, los
gigantes y los cabezudos de las pequeñas villas gallegas son figuras
pensadas para desarrollar la imaginación infantil durante la fiesta".
Sin embargo, tal interpretación cuadra mal con figuras como los
gigantones de Santiago, los de Castro Caldelas, Cambados... y otros
muchos íntimamente vinculados a la fiesta religiosa, y tan solo
podría aplicarse, si acaso, a los cabezudos de los tiempos
recientes en las fiestas patronales.
|

Gigantes de la Catedral
de Santiago.
Personificación
de los pueblos de la Tierra que acuden a adorar al Apóstol.

Gigantes de Ribadavia.
Personificación de los primeros señores de la villa, D. Pedro Ruiz
Sarmiento y Dª Juana de Guzmán |